¿Qué es la identidad de marca y por qué es importante?
Escuchamos por todas partes que la marca es el centro del marketing. Lo cual es cierto, pero ¿qué es la identidad de marca en la práctica? ¿Y por qué una empresa que no invierte en su imagen de marca está en peligro, aunque tenga un servicio excepcional o un producto de buena calidad? En este artículo, nos proponemos explorar este tema para que puedas tener más claro este vasto tema del marketing.
¿Qué es la identidad de marca?
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Hablar de identidad de marca es hablar de convertir tu pasión y esfuerzo en un negocio, sin reducirse a una campaña de publicidad o de conocer una serie de técnicas y aplicarlas para obtener resultados inmediatos. Al igual que una receta de sabrosa comida, no importará solo conocer los ingredientes y los tiempos de espera, sino que vamos a descubrir que hay que ponerle atención, ganas y, ¿por qué no decirlo?, corazón. Si creías que íbamos a quedarnos en una clase más sobre promoción empresarial, “branding”, mercadotecnia basada en áridos conceptos o un artículo donde te ibas a quemar los ojos con ideas abstractas, cambia tu perspectiva. Efectivamente, necesitamos llegar a la emoción: la que sientes al hablar de tu marca, al exponer tu producto y la que quieres encender en tu cliente. La base es una buena idea, clara y atractiva, que puedas ofrecer al cliente desde las tradicionales plataformas de publicidad hasta las modernas redes sociales y páginas web.
El concepto es el concepto: identidad de marca, identidad corporativa y “branding”
La identidad de marca es la esencia, lo que quieres transmitir; es la idea que vas a ofrecer al mercado y que te distingue del resto; es, también, un conjunto de elementos que dan personalidad a tu marca y que engloba desde el aspecto visual hasta los valores con los que relacionas tu producto, el estilo empresarial, el impacto emocional que deseas transmitir y la diferenciación que vas a establecer con el resto.
La identidad corporativa es la expresión de lo anterior, es decir, la forma en que das a conocer tu marca, no solo tu producto. ¿Cómo se consigue? Entrando por los sentidos. Aunque apuntarás más profundo: al sentimiento. Si la identidad de marca es la “imagen” que quieres transmitir, la identidad corporativa es la “imagen” que proyectas. Esta concreta aquella. Y lo haces mediante la publicidad, el aspecto visual de tu producto, del embalaje, de tus tarjetas, páginas web y redes. También tus expresiones comerciales, lemas publicitarios y comunicaciones.
Para completar la tríada, un anglicismo: el “branding”. Es el proceso de definición y construcción de tu marca, la gestión de todos los elementos, desde la identidad etérea a la concreta expresión publicitaria; es la forma en que muestras tu idea con claridad, le das valor, vendiendo, más que un producto, una experiencia; es un ciclo continuo donde expones tu marca, la lanzas al mercado, monitorizas los pasos dados y las reacciones del público, aprendes de los errores y fortaleces los puntos favorables. En este artículo, encontrará un buen ejemplo de cómo Pokémon refuerza su marca y le aporta más beneficios con un branding potente.
Deja de leer y experimenta
Todo lo anterior es la base conceptual, pero tú quieres vender algo que los demás compren, valoren, hablen bien de ello y regresen a por más, ¿verdad? Para ello tenemos que saltar de los conceptos a los sentimientos.
Detente un instante y recuerda qué marcas utilizas en tu día a día. Mira su producto en tu propio hogar y expresa tus sensaciones ante él. Porque, al final, la manera en que afectes positivamente a los demás va a ser la clave de venta y valoración. Mírate como consumidor y descubre las emociones relacionadas con cada marca. Ya no es solo que su producto sea más efectivo que el de la competencia o que sus colores sean más vistosos. Valora cómo te sientes al usarlo.
Busca la publicidad asociada al producto. ¿Fue por ella que te decidiste a probarlo? ¿O es que alguien te lo recomendó? ¿Alguien que conocías o un famoso que lo usó en un anuncio? ¿Por qué medio te llegó su publicidad? La idea de este sencillo ejercicio es que, antes de mandar tu marca al mundo, tú sientas qué te afecta y cómo el uso de otras marcas. Y no se trata de copiar estilos, colores o publicidad de otros (lo cual repercute negativamente en tu marca), sino de descubrir que al vender ofreces más que un producto, una experiencia que marca al consumidor, le lleva a transmitirlo a otros y a repetir la compra.
Recapitula y comienza tu propio “branding”
Recuerda que “branding” es el proceso de definición, construcción, asentamiento y extensión de tu marca. Un proceso continuo donde manifiestas la identidad de marca, tu idea de negocio y producto para el mundo, atiendes la respuesta de los clientes y te adaptas a las novedades del mercado y los gustos.
La teoría está bien, pero ¿podemos concretarla? Pues sí, de eso se ocupa la identidad corporativa, la manifestación concreta, visual y auditiva, de tu idea. Eso sí, parte siempre de tu idea, dale un nombre y elige los colores, formas y expresiones que mejor lo manifiesten. Una vez lo tengas, organiza tres líneas de expresión:
- Diseño corporativo: el aspecto gráfico, logotipo, nombre, paleta de colores, imágenes.
- Comunicación corporativa: la expresión lingüística, tanto escrita como auditiva, tanto cara el público como cara los empleados.
- El comportamiento corporativo: la actitud y conducta que se observa en la empresa, tanto hacia dentro como hacia fuera.
Recuerda siempre: más que el producto, vendes la experiencia del mismo, junto a los valores de la empresa; mantienes una imagen y estilo, creas una tendencia o te unes a las existentes, aportando algo único y personal. El proceso no se agota en la manifestación publicitaria, venta y posicionamiento, sino en que alcances el afecto favorable del cliente y le instes a regresar a por más, de paso que le cuenta a otros las maravillas de tu marca, sobre todo desde las redes sociales.
Terminar donde empezamos: importancia de la identidad de marca
La identidad es el inicio de todo el entramado que hemos perfilado. Este no es el típico artículo que te da todo masticado, porque la realidad tampoco es así. Volviendo al ejemplo de la receta de cocina, una cosa es que te la pongan delante y otra cocinar. Por eso fue necesario pasar por algunas ideas básicas, relacionar conceptos, luego experimentar emociones como cualquier consumidor y, finalmente, tomar conciencia de la amplitud de un proceso que continúa el tiempo que tu marca está en movimiento.
No quisimos quedarnos en la idea abstracta de lo importante que es la identidad de tu marca, sino que la sintieses. Pero si eres de los que gustan tener teoría a mano, reseñemos la importancia y beneficios de una identidad bien definida.
- Con ella vas a dotar de valor tu empresa, distinguiéndola de la competencia
- Llamarás la atención del público potencial y asegurarás clientes fieles
- Evitas imitaciones
- Tendrás una experiencia atractiva por la que pagarán
- Más que un producto, vendes una historia que compartir
- Ofrecerás una marca confiable con la que identificarse
- Creas relaciones amigables entre cliente y empresa
Dedica tiempo a elegir nombre, logo, colores y expresiones que te identifiquen, sean valoradas positivamente, suenen atractivas y creen una relación afectuosa con el cliente. La idea base ha de ser sencilla y clara, la publicidad camino fluido que llame la atención del público, fácilmente reconocible y transitable, ya no solo para quien lo descubre, sino para sus allegados y, en un mundo con potentes redes sociales, a su seguidores y fans. Y si todavía estás dudando sobre si invertir en tu imagen de marca, aquí tienes 8 razones que te harán apostar todo en tu identidad de marca.
Sí, el mercado se abre a espacios virtuales donde la buena reseña y/o fotografía de una persona con cierto peso (número de seguidores activos) va a suponer un empujón a tu marca. Digital180 te ayuda a encontrar y definir tu identidad, con un estilo personal que dote a tus redes y páginas del estilo que has impreso a tu producto.