Fidelizar a los clientes con la gamificación : ¿Cómo funciona?
A menudo has oído hablar de la gamificación, pero no sabes realmente qué es y qué forma adopta en el marketing. ¡Te lo explicamos todo en este artículo!
¿Qué es la gamificación?
Tabla de contenidos
El tema es muy amplio y proponer una definición única es complicado. Pero de manera general, la gamificación es el uso de un conjunto de mecánicas presentes en los videojuegos para ofrecer aplicaciones de marketing a través de juegos/apps para smartphones, que sirven para aumentar el compromiso y, por tanto, la fidelidad de los clientes hacia una marca. La gamificación tiene como objetivo hacer más divertidas las actividades que no son consideradas en principio como divertidas por los clientes.
¿Cuál es el objetivo de la gamificación? Fidelizar y implicar a tus clientes
Para entender mejor qué es la gamificación y cómo funciona en la práctica, tomemos un ejemplo de la vida cotidiana: la limpieza. Es cierto que muy pocas personas disfrutan limpiando. Entonces, ¿qué se puede hacer para aumentar el compromiso con esta actividad y fidelizar a la persona? Imagina que recibes un regalo, una recompensa cada vez que haces una tarea de limpieza, como fregar los platos o pasar la aspiradora. Y después de 10 tareas, se te ofrecería una cerveza o un refresco gratis. ¿No te motivaría más hacer las tareas domésticas? En eso consiste la gamificación.
La gamificación permite:
- Gracias a esta mecánica de juego, nos sentimos más inclinados a «jugar», lo que nos empuja a cambiar nuestro comportamiento y realizar nuevas acciones. Cuando el usuario se relaciona con su aplicación, utiliza sus funcionalidades. Navegan por las diferentes pantallas, hacen clic en los botones, hacen un pedido, una reserva, una compra, participan en la comunidad, escriben comentarios y reseñas… Todas son actividades o acciones que lo vinculan más y más a la marca.
- Como queremos la recompensa, realizamos estas acciones más a menudo para recibirla, lo que nos fideliza sin darnos cuenta, ya que es como un juego. La frecuencia depende de los objetivos de fidelización de la marca y de las acciones que quiera que realicen los usuarios: ¿deben comprar una bebida, correr 20 kilómetros a la semana?
- Al fin y al cabo, la gamificación permite llevar a cabo acciones que parecen costosas en dinero o tiempo con más facilidad e incluso con cierto deseo, porque hay una recompensa al final.
¿Cómo funciona la gamificación? Un juego que no es un juego
Como ya sabes, la gamificación utiliza mecánicas de juego para retener y comprometer a los usuarios de una aplicación y que realicen las acciones que la marca desea para vender un producto o promocionar un servicio. Para que esto tenga éxito, hay que respetar dos aspectos:
- Hay que construir un juego divertido. Para ello, es imprescindible conocer las expectativas de los futuros usuarios para ofrecerles una mecánica de juego que aprecien.
- El juego o la aplicación debe aportar un valor añadido: una experiencia entretenida, una recompensa interesante para que la motivación sea máxima.
Hay muchos tipos de mecánicas de juego que permiten el compromiso y la fidelización de los usuarios. Te presentamos los más conocidos:
- Recompensas. El usuario puede ser recompensado cuando complete acciones. Ejemplo: Después de comprar 9 cafés, el décimo es gratis.
- Cita. En este caso, se anima al usuario a realizar una acción en un lugar y momento determinados para obtener un descuento, por ejemplo. Ejemplo: de 19.30 a 21.00, todas las cervezas cuestan 1,20 menos.
- Lealtad. Este mecanismo anima a los individuos a compararse. Su objetivo es animar a un individuo a moverse a través de los niveles de oferta. Ejemplo : Este mecanismo lo encontramos con los colores de las tarjetas de crédito o los cruceros, por ejemplo, dónde existen «categorías » de viajeros que tienen más ventajas o actividades premium.
- Niveles o puntos: cuanto más se conecta el usuario a la aplicación, más niveles supera, para convertirse en una especie de «experto» en la aplicación. O cuando una tarea se hace muy a menudo, se obtienen puntos. Ejemplo: Cuantos más kilómetros corras, más insignias obtendrás para indicar cuántos kilómetros has corrido ya y el color del nivel cambia.
3 ejemplos de éxito de gamificación
Nike+: corriendo juntos
Muchos aficionados al running han instalado esta aplicación que les permite compartir la velocidad, la distancia y las calorías quemadas durante sus carreras. La aplicación también les permite registrar las carreras y hacer un seguimiento de su progreso a lo largo del tiempo, ganando insignias y cambios de nivel que pueden compartir con el resto de la comunidad.
El hecho de compartir el rendimiento deportivo refuerza la identidad de la comunidad y el compromiso del individuo con un objetivo común: hacer deporte. Además de aportar un valor añadido real al usuario, haciendo un seguimiento de su deporte y de sus progresos, aumenta el conocimiento de la imagen de marca de Nike como compañera de todos los aficionados al running.


Starbucks y sus cafés gratuitos
Starbucks ha gamificado su programa de fidelización “My Starbucks Rewards” a través de su aplicación. En concreto: Bebida “Alta” Gratis cada 100 Stars: Cada vez que acumules 100 Stars estando en nivel Gold, podrás solicitar una bebida Alta Gratis y tendrás 30 días calendario después de haber acumulado la Star número 100 para canjearlo.
Esta mecánica empuja al consumidor a beber más cafés, porque la recompensa tiene valor a sus ojos. Con este programa, Starbucks reúne una valiosa información sobre los hábitos y preferencias de los consumidores y puede ajustar fácilmente su menú y desarrollar nuevos productos en función de estas preferencias.

La música personalizada de Spotify
El catálogo musical de Spotify es enorme: más de 35 millones de canciones. En un esfuerzo por mantener a los usuarios entretenidos y en la plataforma durante más tiempo, Spotify ha creado listas de reproducción semanales adaptadas a los gustos musicales del usuario, permitiéndole descubrir nuevas canciones de forma gratuita. Basándose en el historial de escucha del usuario, cruza esta información con la de otros miembros con preferencias musicales similares mediante un algoritmo de recomendación.
Con estas playlists, Spotify ofrece un servicio de música personalizado
El resultado es un servicio de música personalizado que hace que el usuario vuelva a por más y más, a la vez que es capaz de recopilar información sobre sus gustos musicales.







